sábado, 24 de noviembre de 2007

Canto de un niño triste



Madre mía, soy la huella de tus pasos,
soy espiga de tus siembras,
enredadera entre tus brazos,
soy tú sonrisa para que no se pierda,
Entonces,¿ porque el amanecer
me niega tú caricia?
¿Porque pretendes callar mi llanto
con un trueno?
¿Porque tus besos son helados
Como la brisa?
¿Porque la pena, me pesa Más que el hierro?
Necesito tus manos para aprender
de la vida,
no para que sean latigazos,
ni manantial de heridas.
Tengo sed de tu cariño,
Pero tú, con un No, te ocultas,
Madre, mira, soy un niño,
de tus penas no tengo la culpa.
Con mis ojitos bañados en llanto,
y tu retrato pegado a mi pecho,
te dedico hoy este canto,
para poder decirte…te quiero.



Autor : Victor Rocco

5 comentarios:

cieloazzul dijo...

Ays Madre mia...
que letras más duras, más sentidas, mas innecesarias...
cuanta desolación pensar en esos pequeñitos ansiosos de cariño y besos...
para ellos mi corazón!
Besos Victor!

cieloazzul dijo...

Pd.
Te he agregado a mis links:)

lagasmoreira dijo...

me falto el remate del texto,al final decanta.

un abrazo.

lagasmoreira dijo...

me falto el remate del texto,al final decanta.

un abrazo.

ambarnas dijo...

Increible delirio de aquellos que no encuentran el pecho tierno de una madre.
Como poder darles un suspiro de caricias a cada uno de ellos.

Que imperfecto somos...
Buen poema.
Fuerte y golpeado!!!

Saludos a Victor.