¿Se puede tocar el cielo en tan poco tiempo?

Minuto quince

Breve es el tiempo en que destrono al que dibuja mares en tu cuerpo, yo, temerario camicace del deseo, usurpo la colmena de tu infierno en donde lapido susurros, cristales de mi voz, reservados para endulzarte los oídos de silabas entre abiertas.
Tanto he bogado en tu boca que se aletarga el viento y respira la mañana al recuerdo de tus sueños.
Mis besos desembarcan inquietos en tu puerto, tarde ya es, la vida vuela, mientras los latidos mendigan la distancia de tus velos.
En quince minutos, debo desabotonar las pasiones, caminar entre las cenizas que dejo mi antagonista y pintar de mendrugos la noche, mendrugos de temores del destierro, del polvo de tu ida, de tantas sombras que hacen arco iris en mi lecho.
En quince minutos se hace más lento el respirar, secuestro tu aire entre líneas, sé que volaras paloma furtiva, estrella coital de galaxias sin caminos.
Al minuto quince debo haber conquistado todas tus banderas, surcar tu capullo que se agita tan sólo con el roces de mis dedos, esperar otro cuarto, y aunque fatigado, menguarle los encantos a mis penas, por si vuelve a estivar el tiempo en mi cama, en una cama sin tiempo en donde tu silueta inciten a las letras de mis encantos.



Autor : Victor Rocco