jueves, 7 de febrero de 2008

Tristes son las letras de mí pena.


Un adios



Resquebrajaste las paredes de mi cielo
como ceniza ardiendo que incineró mi esperanza.
Ayer me arrebataron otra ves a mi musa cándida,
Mariposa querida son las horas de mi despojo
comprendo que ya no hay ser quien me quiera,
y tú, prefieres a cardos antes de un iluso clavel.
Me duelen las piedras, vacilan mis temores
empuñando mi diestra temblorosa,
al irse Morfeo no huirás de mis letras,
no tendrás que fingir un cariño etéreo,
se perderán mis grafías entre el polvo,
ya no te veré, ya no me veras...
con mi partida te daré mis alas
quédate con mi infinita soledad
yo no quiero nada, todo queda aquí
oxidando el calendario que fijaran a mi cruz
esta cruz que restriega mis tardes mustias
mientras espero la llegada de tu rostro
el cual ayer anhelé y me negaste
objetando mis peticiones...
Ya me voy desnudo de letras,
acallaré mi tinta para no estorbar
a las veredas que tildan tú nombre.


HASTA SIEMPRE...AMOR
Victor Rocco