sábado, 19 de abril de 2008

Haber si les gusta.

De aquí no sale

El verano del 81 fue de miel y hiel, los días transcurrían lentos, el astro Rey era el temible caballero de fuego que provocaba que las chicas desnuden hasta el pensamiento para capear el calor. Los sábados me levantaba apenas la aurora maquillaba a las sombras, eso sí, lo hacia en el más profundo de los silencios, que ni las tablas del rechinante piso sepan de mi presencia sobre ellas, caso contrario mi madre me ordenaría ir con el carrito de las compras a la feria por las verduras de la semana. Me dirigía directo a la cocina, buscaba la bolsa del pan, y sacaba una marraqueta, la cual con un poquito de mantequilla era un deleite para mi enfurecido estomago que clamaba por comer. Luego saltaba la oxidada reja del patio para salir corriendo a la calle, me dirigía como todos los sábados a la casa del pepe, el pepe era mi amigo, mi único y mejor amigo, recuerdo que lo conocí cuando ambos teníamos como nueve años, unos niños me querían quitar la bicicleta cuando de la nada aparece, tiro un par de combos y listo el asunto, ese día no solo recuperaba mi bicicleta, además ganaba un muy buen amigo.
Todos los sábados por la mañana nos íbamos a un cerro, desde donde mirábamos las largas columnas de autos que se dirigían con rumbo a la playa, nuestras familias eran pobres por lo que no podían darnos esos lujos, así es que con el pepe habríamos el grifo de la cuadra para refrescarnos por las tardes y disfrutar nuestra inquieta adolescencia.
Además de todo eso recolectábamos por todo el barrio botellas, cartones, metales y un gran numero de otros cachureos que nos sirvieran para vender, estábamos juntando el dinero para comprarnos las camisetas de nuestros amores, el pepe era del colo colo, y yo de la universidad de Chile, recuerdo que nos votábamos en el pasto mirando al cielo, y soñábamos con jugar cada uno en nuestros equipos, eso sí, queríamos que si nos compraban del extranjero nos fuéramos los dos al mismo país, para seguir jugando juntos, él como buen colo colino tenia una pelota firmada por Carlos caseli, gran valor del fútbol de aquellos años, que grandes seriamos recorriendo las canchas de todo el mundo.
Un día el pepe me dijo:
-“coke, en la vida hay que luchar por nuestros sueños, nada cae del cielo, nunca te des por vencido cuando quieras tener algo, eso sí que sea de forma honesta y con mucho trabajo”.
Justo en ese momento iba pasando por la calle la “pecas”, era una mujer de unos veintiocho años, era de la vida alegre como decía mi Mamá, pero todos los adolescentes de la pobla estábamos babeando por estar con ella.
-“ella es un sueño que quiero cumplir”-le dije entusiasmado a mi amigo.
-“Sí- me dijo-pero para ese sueño tienes que tener mucha plata, pero si algún día la tienes y no hay nada que te lo impida, hazlo pase lo que pase, hazlo”
trascurrió una semana desde entonces, con el pepe ya habíamos juntado el suficiente dinero como para comprar las camisetas, nos juntaríamos en la placita chica que estaba en la población para ir al centro, yo esperaba con mucha alegría al cabezón, pero paso una tía de él y le pregunte:
-“Señora Anita, ¿ha visto al pepe?, nos juntaríamos aquí para ir al centro y aún no llega”
-“¿Qué no supiste? El pepe ya no esta”
-“¿Cómo que ya no esta?, si hoy tenemos que ir a comprar las camisetas de fútbol, mire yo tengo la plata, ¿ y a donde se fue? –pregunte muy molesto.
-“No- me dijo- al pepe lo mataron, unos sicarios tocaron anoche en su casa, estaba solo, salió abrir, y apenas abrió la puerta le destapan el pecho con cinco tiros”
No podía creer lo que escuchaba, mi mejor amigo, mi compañero, estaba...muerto
_¿Pero porque lo hicieron si ese pendejo no le hacia daño a nadie?-pregunte angustiado.
-“Las balas no era para él, eran para su hermano mayor que le debía una causa a unos narcos, pero él pago, y ahora lo están velando en su casa”.
Corrí como un loco hasta llegar a su casa, dejando en el aire una estela infinita de llanto, al llegar y entrar en ella, hay estaba su cuerpo inmóvil, al interior de un ataúd blanco, sin flor alguna que le regale un rezo, lo mire fijo, me acordé que era Sábado, y el dolor caló profundo en mi, ese día no subí al cerro, jamás lo volví hacer, recordé entre sollozo que el pepe me dijo un día que me quería como un hermano, que si me pasaba algo para él seria la peor de las tormentas, yo estaba en mi propia tormenta, fui directo hacia su dormitorio y descolgué una bandera del colo colo que tenia junto a su cama, la lleve hacia el velatorio y como homenaje póstumo para el que había dado su vida por un delito ajeno, cubrí su ataúd con ella, para luego sentarme junto a su Madre y llorar abrasado a ella durante toda la tarde.
Al otro día fuimos a enterrarlo, el barro y las piedras acompañaban la comitiva en un cementerio de pobres, el cielo dijo presente, descargando un gran trueno y luego una enorme lluvia que despinto a cuatro calas que coloque en un tarro, no me despedí de él, y hoy aunque han pasado cincuenta y ocho años de aquel suceso aún no lo hago, y mientras alimento a las palomas lo sigo esperando en la misma placita en donde nos quedamos de juntar.
Luego del funeral del pepe, el verano se fue agrietando poco a poco, marzo ya se veía venir, y con el, el otoño.
Una tarde luego de venir de la feria me encontré con “la pecas”, me miro en forma coqueta y me tiro un bezo, pensé en lo que le había dicho al pepe, y que además aún guardaba el dinero que eran para las camisetas, pero no podía gastármelo en semejante evento, no seria digno pensé, pero en seguida recordé las palabras de mi amigo que me decían que tenia que luchar por mis sueños, y si tenia el dinero para hacerlo, que no pierda la oportunidad, pasé lo que pasé.
Fui hasta mi casa a dejar el carrito con las compras, estuve durante toda la tarde con un gran nudo en el estomago, ya estaba decidido, esa misma noche lo haría, y así fue, espere que mis padres se durmieran y como de costumbre salte la reja y salí corriendo a la calle, eran como las once y media de la noche y me dirigía con la plata en uno de mis bolsillos a hacer realidad mi mas anhelado sueño de adolescente, debutar con una profesional. Llegue hasta su casa y toque muy tímidamente su puerta, ella la abrió y dije:
-hola...yo quería saber si usted ...esto...
-Pasa – me dijo- afuera esta muy helado, lo hice, al entrar en su casa lo primero que vi fue una gran fotografía de un tigre que colgaba sobre un enorme sofá de felpa.
-“Bueno ahora sí, dime que quieres”
-“¿Yo?”-Pregunte como tonto.
-“No el tigre”-me dijo en forma burlona.
-“ Yo quiero que usted y yo...”
-“Mira te haré más fácil la existencia, lo que tú quieres es un servicio, ¿o no?
- “Sí, - dije sorprendido-eso quiero”
- “Ya, pero si quieres hacer cositas conmigo tienes que pagar”
-“Si, si” –conteste tartamudeando-,” yo tengo plata toma”
-Mira tú que bien, ¿y tienes “forrito”?
“¿Qué cosa?”-pregunte asustado.
-“jajjaj, que si tienes condón, preservativos, ¿no los conoces?
- “No”-respondí avergonzado”
-No te preocupes, por ser tu primera visita te regalares uno”
_”Muchas gracias señorita”-dije agradecido.
-jajjaja Gracias por lo de señorita, así da gusto de tener clientes, y dime una cosa ¿es tu primera vez, tú nunca habías estado con una mujer?
-No jamás-respondí.
-No te preocupes todo estará bien.
-pero quiero que me prometas que mi madre no se enterara de esto-dije.
-“Oye, soy una profesional, “de aquí no sale”, Tranquilo.
Acto seguido me pidió que me tendiera en el sofá, se saco la blusa, el sostén y dejo al descubierto sus montes divinos, yo estaba atolondrado, me sentía mareado, hasta con fatiga, se acercó y comenzó a besarme lentamente, mis labios, niños intrusos flameaban libres en su boca, boca dulce, alegre, asesina, que decapitaba mis inexpertos besos con el filo manso de su lengua. Que placentero era sentir ese geiser que temblaba entre sus pechos de fruta madura, yo antes había conocido a otras féminas pero jamás como esta, las anteriores estaban estampadas en papel cuche, con tinta a color, eran insensibles a dar vuelta la página, en cambio esta era insaciable, complaciente, animal, aunque con tarifa.
-“Te voy a quitar la vida para darte otra nueva”-me dijo como víbora mortal, mientras yo luchaba para bajar su falda, larga he intensa fue la contienda, pero ni su piel de mezclilla, ni sus vanidades de seda se opusieron a mi glotonería.
Una vez ya ambos desnudos, tomo el preservativo y lo coloco en su lugar de forma correcta, se monto sobre mi virilidad y comenzó a ...
-“Mi amor ¿qué estas leyendo?
-“Mmm, no nada de importancia, es una historia de Rocco”.
-“¿De quien?”
-“De Victor Rocco, es un escritor chileno, que vive en una ciudad al sur de ese país que se llama Osorno”
-¡Que extraño nombre para una ciudad!
-“Bueno lo mismo dirán ellos de nuestra Munich”
-“Ya apúrate que la cena ya esta lista”
-“No si ya prácticamente estaba en el final”
- ¿Y como se llama la historia?
- “De aquí no sale”
-bueno apúrate.
- Ya voy, ya voy.

fin
Autor : Victor Rocco

8 comentarios:

Vicky dijo...

Victor
Que magia tienes al escribir... se podría uno quedar leyéndote pues tiene profundidad lo que dices y atrapas al lector...
Gracias por tu huella y por tu invitación a tomar la llave cuando la luz este apagada...
Un fuerte abrazo

Lluvia...Clara y transparente. dijo...

Victor, aqui estoy. Gracias por tu visita. Poco tendria que aportar yo a tus letras,pero me deleitaré leyendolas.
Me gustan las historias que te llevan a donde no te lo esperas.
Excelente!
"Te voy a quitar la vida para darte otra nueva".
Yo añado:
Te acompaño en tu nueva vida y compartimos experiencias.

Besos mojados de LLuvia.

AnToNia dijo...

me gusto un adios...
nada mejor que dejar atrás....
te leere ;)
y no te dejes morir..

Don Pepe dijo...

BUENISIMO, MAESTRO, LO MAS IMPORTANTE O TU VIRTUD AL ESCRIBIR, ES QUE TOCAS LA SENSIBILIDAD HUMANA, UN ABRAZO COMPADRE NOS VEMOS

Waiting for Godot dijo...

Me ha gustado mucho, sobre todo el final inesperado. Victor, lo único que debo confesar es que las letras tan pequeñas, en ese color y con el fondo se hacen difíciles de leer y mira que mi vista es perfecta, lo digo porsia hay mucha gente que no te lee por ese motivo, sería una lástima que se perdieran los escritos por eso. Besos.

En tus manos O.o°• dijo...

hola!!!
me gusta como escribes
uno se entreteniene y le das onda
felicidades
y te dejo un beso

Mujer en Constante Crecimiento dijo...

Hola Victor... recien tuve la oportunidad de leer tu comentario.. Gracias por tu visita, eres bienvenido en todo momento..
Te leo.. desde Venezuela.

mujer pantera dijo...

vaya cuanta inspiración, es lindo lo que escribes, que te pareceria darte un vuelta e ir visitarme, quizas te de una sorpresa...... mi direccion es
http://mujerpantera.blogspot.com/
te espero, no dejes de venir