miércoles, 21 de noviembre de 2007

Armonía pasional



La voluntad de las nubes se despinta en mis ojos, cae la tarde o quizás son tus manos las que hacen sombras en mi destino.
Cuento tus besos que aun naufragan quietos en mi boca, uno, cinco, ocho, cuatro...desorden numérico, para descender tus frases en mis oídos : “Lento mas lento, que aun el tiempo no se a cerciorado que tengo matizado el vestido”, yo tan solo escuchaba temeroso tus letras ardiendo, intentando desabotonar tus juegos bípedos, en donde se acunaría el cautín de los tiempos.
Nuestros pechos eran sinfonía clara, desafiando al torrente dormido que traía en mis venas. La imprudencia interrumpió nuestro festín tímido, que se desprendía en un sofá eterno, descendí un momento al infierno, tú quedaste aun invisible, yo era una telaraña ardiendo. Regrese pidiendo a los cuatro viento encontrarte aun dormida, y hay estabas, con la mente perdida, quizás en que firmamento, yo con paso cansino, me acerque para comprobar que aun estaba viviendo: “te arrepientes de haber desnudado a las cortinas en tu camino”, pregunte ansioso, mientras aun temblaba mi templo, me dijiste que no, que aun para el solsticio quedaba tiempo, entibie nuevamente un ósculo en tu boca, mientras me repetías: “no tan rápido mi niño inquieto”, pero yo quería ser agua y entre gotas, un manojo de besos ardiendo, así pasaron los minutos, las nubes, las estrellas... y hasta el reloj quedo gimiendo, mis manos fueron enredaderas en tus curvas, y mi boca en tus montes fue floreciendo.
Desnudo llego el ocaso de nuestras delicias, la mariposa cándida ya no volaba en el cielo, una a una se apagaron las caricias, una a una las golondrinas se fueron durmiendo, luego regresaste como si nada a tu casa, mientras yo tenia aun mi boca ardiendo, solo me quedé con los suspiros, tus murmullos y mis ojos en silencio,.
hoy no me castiga la vida, pero quizás mañana, de tu manantial aun estaré bebiendo.


Autor : Victor Rocco

No hay comentarios: